Existen algunos elementos que no han sido tomados en cuenta ni por los intelectuales allegados al proceso ni por la burocracia recien reflexiva del gobierno para analizar el por qué perdimos unas elecciones que se creían ganadas, por que disminuyó en tanta medida la votación electoral chavista. Se trata de analizar por encimita varias medidas, unas de gran escala y otras que parecen no muy importantes pero que vistas en su conjunto dan idea de posiciones antipopulares de la gestión de gobierno durante los últimos meses que han podido tener un impacto importante.
Estas son:
Primero, el desalojo de los buhoneros en el mes de enero de 2006. Si bien, según dicen representantes del gobierno, no fueron muchos en cantidad ( algunos calculan que unos 30 mil trabajadores), si afectó tremendamente debido a que preocupó a la gente que trabaja en la economía informal que temió perder su trabajo porque dicho evento logró, efectiva y simbólicamente, desprender al buhonero de la sensación de libertad con las que laboran en las calles. Si se está de acuerdo o a favor no lo discutimos en este análisis. Ante eso no se ofrece ningún modelo paralelo de envergadura: la prohibición y listo, y se juega con decenas de miles de familias (el 52 por ciento de los venezolanos según las cifras oficiales se dedican al negocio informal), de las más pobres, que comienzan a sentir inseguridad sobre las manera de obtener sus ingresos, así le trabajen a un dueño del puesto. La alternativa estaba revolucionariamente planteada en la reforma de Constitución pero nadie la entendió, no pudimos recrearla para que pudiera tener significación, otra vez la comunicación, se nos olvidó el receptor que no se sintió apoderado. Ahora con el desalojo terminal de los buhoneros se posiciona el slogan de la oposición: “gato por liebre”.
Segundo, la subida del licor y del cigarro. Y lo que es peor, las moralistas razones esgrimidas y que se siguen esgrimiendo. Se obvia con ello el golpe al hígado que da el gobierno nacional al núcleo duro del chavismo a esa gente que en los barrios vive de vender cigarros y curda, la cantidad de gente que socializa en torno a ello en nuestras calles y callejones es ese el espacio público desde donde nace reflexivamente la adhesión al liderazgo de Chávez. No hay razones sociales legítimas para una medida que triplique el costo de esos elementos de consumo popular. Las visiones más conservadoras del gobierno plantean que eso es un deber ser social. Repetimos eso no nos importante analizar aquí, nos importa analizar los cómo se dispara el malestar.
Tercero, la salida de RCTV, o mejor dicho, la incapacidad para producir industria cultural, la incapacidad para sustituir sus producciones. Esta es sin duda, y lo decíamos en su momento, la primera medida antipopular de chávez. No porque no había que dejar de hacerlo, todo lo contrario fue un golpe coyuntural a la oligarquía criolla merecido y digno, pero que terminó dejándole a Cisneros el monopolio de la Comunicación venezolana, esto es, el 80% de preferencia que tiene Venevisión a lo largo del día. Con ello, arremetimos contra la más folklórica y popular de las manifestaciones culturales: la telenovela, violamos, por puro gusto, con ese gusto burgués y moralista de los más ultrosos socialistas del XX, la mayor fidelidad en el consumo venezolano, el relato de amor que ha paralizado este país todas las noches desde hace generaciones. También nos metimos con el entretenimiento, con los ratos libres de nuestra gente. La obligamos a ver ese espectáculo chimbo que es Venevisión con toda la industria cubana maimera que trae atrás. Claro, política y estratégicamente era el momento de dividir la oligarquía. Pero lo cultural no fue privilegiado y se produjo esa nula experiencia que para nuestro proceso cultural ha sido Tves y que desperdició el momento clave para recrear la revolución, el chavismo y el pueblo y no para acentuar el consumo de la industria cultural extranjera o la producción interna más pusilánime. Con ello quiere decirse que si lo estratégico-político no articula con el sentido-de-lo cultural toda estrategia se desvanece en el aire y puede terminar fortaleciendo al adversario.
La incapacidad de articulación entre la movida cultural popular (producción y consumo) y las estrategias comunicacionales del Estado han impedido crear nuestra propia industria cultural con contenidos que le gusten a nuestra gente y no ha coadyuvado conformar la alternativa real al emporio Cisneros.
Quinto, la campaña de profundización ideológica no clarificó la idea del socialismo del siglo XXI. De hecho, la apegó mucho al más ramplón del socialismo del Siglo XX. Las críticas de intelectuales como Javier Bierdeau dan en el clavo al respecto. Esto desencanta a sectores de movimientos sociales, intelectuales y capas medias que no importan mucho numéricamente pero que hace que se pierda fuerza en sectores importantes donde se produce opinión.
Sexto, la campaña por la reforma. Chávez no fue a los barrios. Algunos intelectuales como Edgardo Lander consideran que la propuesta de reforma no gustó argumentativamente, que las mayorías decidieron que no iban a votar debido a lo complicado de la propuesta y su tufo arbitrario. Sin dejar de considerar la posibilidad de este debate pensamos que esta derrota también tiene campaña. Y que incluso la radicalización de Chavez no necesariamente tiene que ver con la derrota. La gente que sabe de campañas electorales diría que esos tres millones que no votaron hubieran votado si Chavez se hubiera metido en los barrios de frente y la campaña hubiera sido exitosa como la del 2004 y 2006. Si la movilización hubiera sido exitosa a lo mejor no hubiera ganado con 20 % de ventaja pero si de manera holgada. La campaña no fue, a todas luces, ni remotamente la del 2006. Nuestra abstención fue normal en referendos de este tipo pero la de ellos no. Lograron tácticamente mover a su gente, con un nivel de abstención muy bajo ( todo eso se analiza en el aparte sobre estadísticas). Ellos se movilizaron en horas de la tarde. Las mesas de las urbanizaciones de clase media se llenaron de gente y el chavismo no tuvo tiempo de reaccionar. Esto quiere decir no que no hay problemas, sino que todo no esta a nivel abstracto-racional sino que hay elementos propios de nuestro movimiento que no se tomaron en cuenta y esto coaudyuvó, junto a las otras cosas analizadas.
Podríamos sumar también el descontento de una cierta izquierda media e intelectual. Una social democracia miedosa y nueva rica. Aquí entra Podemos, de los profesionales que desde hace años, pero sobre todo los últimos años, han engrosado las filas del chavismo por medio de una relación laboral pero que dudan de la necesidad de profundizar los cambios y esperan que este proceso no vaya más allá de medidas socialdemocratas. También los hay universitarios, intelectuales, clases medias y altas, una cierta izquierda exquisita. Son sectores importantes, con mucho manejo intelectual. Suele suceder que la radicalización de los procesos trae sumas de los sectores populares pero restas en los minoritarios sectores medios y altos, y que esto no hay que verlo como un factor negativo, siempre y cuando el proceso logre sustituir la producción simbólica, esto es, la producción de discurso social, la cultura política como producción simbólica que siempre queda soterrada en la constante coyuntura política. Tendríamos que hablar también de nuestra incapacidad para incorporar a los jóvenes de los sectores populares y medios.
Estamos hablando, con la enumeración de estas medidas impopulares del gobierno no de temáticas que afectan la opinión pública, sino de subjetividades, identidades que no son minoritarias en el sentido numérico, sino que articuladas socialmente son justamente las mayorías que deciden electoralmente.
sábado
Una ranchera para los 3 millones y medio
=Analisis de los resultados del 2d (la ranchera de esos tres millones y medio):
Mucho se ha discutido sobre las razones de la abstención. Sectores de izquierda dicen que por culpa de la burocracia y la concreción de poder de una derecha endógena. Otros intelectuales dicen que es por culpa de un “socialismo cesarista” intentando evidenciar las posturas apresurada y autoritaria de Chavez. Otros dicen que el socialismo tiene tufo de siglo XX y eso mata la posibilidad de una alternativa del poder . Otros dicen que la cosa es que tenemos que convivir con la doctrina liberal por mucho tiempo entonces que hay que acomodarse en la poltrona para ver con la lentitud de Vive tv los cambios que se producen. Es cierto, como dice Marx, que la revolución es como escuchar la hierba crecer, y eso es verdad, pero hay que hacerlo entusiasmadamente y la conflictividad es imposible aplacar cuando queremos avanzar. Aunque ciertamente, muchos conflictos gestionados por Chávez son llevados de una manera innecesariamente altiva. Queremos el menor conflicto, pero primero que nada queremos apurar, digamos entusiasmar, el camino de la transformación. Los historiadores podrían pensar que los intelectuales piensan mucho en Marx y pensadores europeos y que hay que pensar más en Zamora, en Boves, en el Páez llanero. Si es asi, y según lo que se concluye a partir de algunos análisis y comparaciones electorales es que faltó que la campaña o que la propuesta, o que el manejo simbólico fuera más chavista. Chavista en el sentido del Chávez de 2006, 2004, 2001, etc, etc. De poner al significante Chavez en 3 y 2, explicar que Chávez se acabaría en 2013 si ganaba el No y ante él obviamente no hay nadie que pueda ser respaldado por el mismo pueblo que se abstuvo y que como se analiza en otro lado, votó por el chavez, ya socialista, del 2006. Que la campaña se basara en interpelar al pueblo sobre el tiempo de estancia de chavez en el poder y que en 5 años, los mismos transcurridos del golpe a hoy ya Chávez tendra que entregar el poder. Hay gente que todavía no sabe esto. Este planteamiento, a partir de nuestro análisis numérico-electoral habría movilizado a una parte importante de gente. Y esto puede analizarse también en clave de campaña comunicacional. Chavez no visitó los barrios como en 2006. No agitó salvo los discursos antimperialista Bush o Chávez. Aló, presidente se convirtió en programa de regaños, se sobrexpuso su imagen en salones aunque no lujosos si cerrados y lejos de la gente hablando de conceptos universales y se despegó de la gente que aun tiene esperanzas de ser reconocidos pero que aun no lo han conseguido, que se meten en el traginar social pero sin ideologías previas y que después de invertir tiempo y ganas no consiguen tan rápidamente las cosas que requieren en términos de poder popular y demandas colectivas o que no le ha llegado nada y que pelan bola todo el día, pero que están seguros de todo lo que han conseguido organizacional, política e históricamente y que eso va a desarrollarse aun más y con mayor seguridad bajo el chavismo que bajo cualquier otro significante existente en el país, y sobre todo porque ellos son los mismos contructores del chavismo, no es ninguna idea importada. La oposición tuvo una campaña buena, muy explicativa y lograron entusiasmar a los jóvenes de la clase media y alta de las universidades y colegios que no botan aun pero lo haran los próximos años, mientras que los nuestros han sido movilizados pero no entusiasmados, son cooptados pero no involucrados con sus comunidades donde quedan cientos de miles de jóvenes sin estudio de tercer nivel, porque las nuevas experiencias de educación superior no han sido exitosas para los jóvenes recien graduados, sus organizaciones débiles y poco creativas. Ciertamente han sido exitosas para las personas adultas que habían perdido para siempre la oportunidad. Eso incluye también la estrategia comunicacional de Chávez más que informativa debe ser simbólica. La apuesta a un socialismo basado en un Partido, en ideas utópicas y no en demandas concretas realizadas por movimientos que no hagan política sino que tengan gente como los buhoneros, los colombianos, la gente en los barrios (fastidiada de que le suban mas del 100 por ciento a las bebidas y cigarros, y la que le gustaba rctv y le das un mal producto como tves, y a las que raquetea la policía en los actuales momentos). En pocas palabras ajustar el significante chavez a lo popular, a un nosotros barrial, campesino, obrero, buhonero, trabajador, jóven y no tanto che guevara, omnipotente, idealista, lider mundial y no de aquí. Todo ello debe mantenerse en el imaginario, ya que eso endurece a mucha gente pero con el costo de desatender simbólica y representacionalmente a mucha gente a los que no les importa tanto ese mensaje, pero que tiene un conjunto de demandas (sigo pensando en lo simbólico) que sabe que solo Chávez podría hacer suya. La burocracia, en este caso, es todo lo que se interpone entre Chávez y los demandantes. Esa cadena de mediación está en una crisis, digamos natural, de esa que ocurre cada algunos años, como aquella con Miquilena (obviamente por muy distintas razones), y que lo que hay es que cuidar a Chavez para que no se involucre en esta crisis sino que permita que sea una cuestión interna, de lucha entre corrientes que el tiene que sobrevolar como el ayatola en irán, de manera que no se dañe su representación en algunas de las corrientes. Al fin y al cabo nuestra abstención fue parecida a la de otros referendum, la cuestión es que ellos si votaron. Si la campaña hubiera sido barrial han podido votar ese 20 % que dejo mori a la reforma y que implica una buena parte de los tres millones y medio que no votaron al si. El porcentaje de cambio de votantes por Chavez que lo hicieron por el No es normal (un 10%) primero por el cambio de podemos sobre todo en Aragua y sucre y también en tanto la propuesta implicaba una radicalización por lo que ciertas capas medias y medias bajas pequeñas propietarias influidas además por la campaña comunicacional buena de la oposición y los medios antichavez basada en la sorpresa, en no radicalismo, en usar el color rojo y la misma campaña del no del 2004 permitió que algún porcentaje de Chavez votara por el no pero esta nunca llega ni al 10% lo que implicaría la victoria chavista en el 2007, pero en todo caso el problema central no esta allí si no en los abstencionistas, en los que votaron por Chávez en 2006 y los que no votaron por el Si. .
Mucho se ha discutido sobre las razones de la abstención. Sectores de izquierda dicen que por culpa de la burocracia y la concreción de poder de una derecha endógena. Otros intelectuales dicen que es por culpa de un “socialismo cesarista” intentando evidenciar las posturas apresurada y autoritaria de Chavez. Otros dicen que el socialismo tiene tufo de siglo XX y eso mata la posibilidad de una alternativa del poder . Otros dicen que la cosa es que tenemos que convivir con la doctrina liberal por mucho tiempo entonces que hay que acomodarse en la poltrona para ver con la lentitud de Vive tv los cambios que se producen. Es cierto, como dice Marx, que la revolución es como escuchar la hierba crecer, y eso es verdad, pero hay que hacerlo entusiasmadamente y la conflictividad es imposible aplacar cuando queremos avanzar. Aunque ciertamente, muchos conflictos gestionados por Chávez son llevados de una manera innecesariamente altiva. Queremos el menor conflicto, pero primero que nada queremos apurar, digamos entusiasmar, el camino de la transformación. Los historiadores podrían pensar que los intelectuales piensan mucho en Marx y pensadores europeos y que hay que pensar más en Zamora, en Boves, en el Páez llanero. Si es asi, y según lo que se concluye a partir de algunos análisis y comparaciones electorales es que faltó que la campaña o que la propuesta, o que el manejo simbólico fuera más chavista. Chavista en el sentido del Chávez de 2006, 2004, 2001, etc, etc. De poner al significante Chavez en 3 y 2, explicar que Chávez se acabaría en 2013 si ganaba el No y ante él obviamente no hay nadie que pueda ser respaldado por el mismo pueblo que se abstuvo y que como se analiza en otro lado, votó por el chavez, ya socialista, del 2006. Que la campaña se basara en interpelar al pueblo sobre el tiempo de estancia de chavez en el poder y que en 5 años, los mismos transcurridos del golpe a hoy ya Chávez tendra que entregar el poder. Hay gente que todavía no sabe esto. Este planteamiento, a partir de nuestro análisis numérico-electoral habría movilizado a una parte importante de gente. Y esto puede analizarse también en clave de campaña comunicacional. Chavez no visitó los barrios como en 2006. No agitó salvo los discursos antimperialista Bush o Chávez. Aló, presidente se convirtió en programa de regaños, se sobrexpuso su imagen en salones aunque no lujosos si cerrados y lejos de la gente hablando de conceptos universales y se despegó de la gente que aun tiene esperanzas de ser reconocidos pero que aun no lo han conseguido, que se meten en el traginar social pero sin ideologías previas y que después de invertir tiempo y ganas no consiguen tan rápidamente las cosas que requieren en términos de poder popular y demandas colectivas o que no le ha llegado nada y que pelan bola todo el día, pero que están seguros de todo lo que han conseguido organizacional, política e históricamente y que eso va a desarrollarse aun más y con mayor seguridad bajo el chavismo que bajo cualquier otro significante existente en el país, y sobre todo porque ellos son los mismos contructores del chavismo, no es ninguna idea importada. La oposición tuvo una campaña buena, muy explicativa y lograron entusiasmar a los jóvenes de la clase media y alta de las universidades y colegios que no botan aun pero lo haran los próximos años, mientras que los nuestros han sido movilizados pero no entusiasmados, son cooptados pero no involucrados con sus comunidades donde quedan cientos de miles de jóvenes sin estudio de tercer nivel, porque las nuevas experiencias de educación superior no han sido exitosas para los jóvenes recien graduados, sus organizaciones débiles y poco creativas. Ciertamente han sido exitosas para las personas adultas que habían perdido para siempre la oportunidad. Eso incluye también la estrategia comunicacional de Chávez más que informativa debe ser simbólica. La apuesta a un socialismo basado en un Partido, en ideas utópicas y no en demandas concretas realizadas por movimientos que no hagan política sino que tengan gente como los buhoneros, los colombianos, la gente en los barrios (fastidiada de que le suban mas del 100 por ciento a las bebidas y cigarros, y la que le gustaba rctv y le das un mal producto como tves, y a las que raquetea la policía en los actuales momentos). En pocas palabras ajustar el significante chavez a lo popular, a un nosotros barrial, campesino, obrero, buhonero, trabajador, jóven y no tanto che guevara, omnipotente, idealista, lider mundial y no de aquí. Todo ello debe mantenerse en el imaginario, ya que eso endurece a mucha gente pero con el costo de desatender simbólica y representacionalmente a mucha gente a los que no les importa tanto ese mensaje, pero que tiene un conjunto de demandas (sigo pensando en lo simbólico) que sabe que solo Chávez podría hacer suya. La burocracia, en este caso, es todo lo que se interpone entre Chávez y los demandantes. Esa cadena de mediación está en una crisis, digamos natural, de esa que ocurre cada algunos años, como aquella con Miquilena (obviamente por muy distintas razones), y que lo que hay es que cuidar a Chavez para que no se involucre en esta crisis sino que permita que sea una cuestión interna, de lucha entre corrientes que el tiene que sobrevolar como el ayatola en irán, de manera que no se dañe su representación en algunas de las corrientes. Al fin y al cabo nuestra abstención fue parecida a la de otros referendum, la cuestión es que ellos si votaron. Si la campaña hubiera sido barrial han podido votar ese 20 % que dejo mori a la reforma y que implica una buena parte de los tres millones y medio que no votaron al si. El porcentaje de cambio de votantes por Chavez que lo hicieron por el No es normal (un 10%) primero por el cambio de podemos sobre todo en Aragua y sucre y también en tanto la propuesta implicaba una radicalización por lo que ciertas capas medias y medias bajas pequeñas propietarias influidas además por la campaña comunicacional buena de la oposición y los medios antichavez basada en la sorpresa, en no radicalismo, en usar el color rojo y la misma campaña del no del 2004 permitió que algún porcentaje de Chavez votara por el no pero esta nunca llega ni al 10% lo que implicaría la victoria chavista en el 2007, pero en todo caso el problema central no esta allí si no en los abstencionistas, en los que votaron por Chávez en 2006 y los que no votaron por el Si. .
Análisis estadístico del 2D. Los números de nuestra abstención
=Algunos análisis estadísticos de la derrota del 2d (enero 2008).
Insumos para comprender nuestra derrota:
Artículo sobre el abstencionismo (la disminución de la votación chavista. Donde se dió y cómo).
Tesis: lo que importa no es que la oposición haya mejorado electoralmente sino que nosotros bajamos tremendamente. Analizamos en cuales espacios geográficos bajamos y las posibles razones.
eleccciones reforma constitucional. diciembre 2007.
Del total nacional hubo 900 mil nuevos votantes y la oposición subió un total de 300 mil votos lo que es el porcentaje natural de crecimiento para ellos elección tras elección. Esto nos llevaría a pensar rápidamente que no habría que preocuparse por su crecimiento sino por nuestra disminución electoral. Claro, iremos analizando y viendo que las cosas son un poco más complejas si nos metemos un pelo más en los números.
La abstención se incrementó 20 % en total en todo el país con relación a las elecciones presidenciales de diciembre del 2006. De 26% en 2006 a 46% en 2007. Esto es 3 millones y medio más pero de manera desigual entre barrios y urbanizaciones. Y he aquí el centro de la argumentación que da idea de que nuestra abstención no fue tan catastrófica, sino que ellos prácticamente no la tuvieron. Es decir, nuestra abstención (la del chavismo) fue similar a la de otros procesos de naturaleza similar como los referendos constitucionales, las elecciones regionales, otros referendos como el sindical del año 2001. Por ejemplo: 13 % aumentó la abstención en el escuálido San Bernardino. En uno de los más chavistas como catia aumentó 25 %. De 23 a 41% en el 23 de enero. En chacao, la abstención creció solo 11%. En el hatillo 12 %. Y En Baruta completa 11%. En Petare subio 20%, en Antímano, uno de los mas chavistas, subio 22. Es decir, la abstención de nuestros sectores históricos de Caracas más popularesy chavistas fué en este acontecimiento electoral del doble que la de los sectores de ellos, si nos atenemos al tamaño de la población electoral de los sectores populares nuestros en comparación con la de los sectores escuálidos y por ende de clase media (los duplicamos), entenderemos claramente que ellos votaron y nuestra gente se abstuvo y he allí los tres millones y medio de carajos a los que, al menos ese día, no les dio la real gana de ir a votar un domingo del diciembre de 2008, y que está compuesto fundamentalmente por los chavistas de los barrios que han ido a votar por Chávez 10 veces y que si bien algunos votaron en contra de la propuesta de Chávez la mayoría evidente sencillamente no acudió a votar. El pueblo pués, sobre todo el pueblo jóven el que decidió no votar y y para nada el señor de clase media que se la pasa todo el día leyendo el Nacional y viendo Globovisión que se multiplicó.
Ejemplo concretos (comparación entre los resultados de las presidenciales del 2006 y el referendo constitucional del 2007)
Los peores.
En el valle ganamos por casi 4 mil votos sacando 34 mil votos cuando en 2006 sacamos 51 mil. Pero había sido de 29 mil en 2006 la diferencia. En 2007 hubo 20 mil abstencionistas más y 5 mil nuevos votantes. Cabría decir que sacamos 19 mil menos y ellos 5 mil más. Como no podemos decir que la totalidad de los que se abstuvieron fueron los que antes votaron por Chávez, ni tampoco que todos los nuevos votantes son escuálidos sabemos que hubo gente que votó antes por chávez y ahora por el No pero pareciera un porcentaje realmente pequeño.
En Petare habiamos ganado por 7 % en 2006 y perdimos por 20% en 2007, esto es de 110 mil a 200 mil la abstención. El Si sacó 85mil y el No 136 mil. 155 a 135 mil votos ganó Chavez en 2006. Es decir el No sacó justo la misma cantidad de votos que sacó la oposición en 2006 pero nosotros bajamos 70 mil votos. Por eso decimos que ellos no son el problema, sino nosotros y que el análisis de las medidas impopulares que precedieron al 2d estamos seguros que pegan duro en barrios tan grandes como estos.
Antímano es territorio chavista. Aquí casi no hay clase media. En 2007 ganamos cómodamente pero igual perdimos burda de votos. Teníamos 80 por ciento y bajamos a 66. Habrá que estar pila porque hay 8 mil nuevos votantes y la oposición creció 5 mil votos. Esto significa preocupantemente que los nuevos votantes urbanos pueden estar tendiendo a votar por la oposición, más sin embargo los números no dan noción de que los que votaron por Chávez en 2006 lo hayan hecho por la oposición en 2007.
Insumos para comprender nuestra derrota:
Artículo sobre el abstencionismo (la disminución de la votación chavista. Donde se dió y cómo).
Tesis: lo que importa no es que la oposición haya mejorado electoralmente sino que nosotros bajamos tremendamente. Analizamos en cuales espacios geográficos bajamos y las posibles razones.
eleccciones reforma constitucional. diciembre 2007.
Del total nacional hubo 900 mil nuevos votantes y la oposición subió un total de 300 mil votos lo que es el porcentaje natural de crecimiento para ellos elección tras elección. Esto nos llevaría a pensar rápidamente que no habría que preocuparse por su crecimiento sino por nuestra disminución electoral. Claro, iremos analizando y viendo que las cosas son un poco más complejas si nos metemos un pelo más en los números.
La abstención se incrementó 20 % en total en todo el país con relación a las elecciones presidenciales de diciembre del 2006. De 26% en 2006 a 46% en 2007. Esto es 3 millones y medio más pero de manera desigual entre barrios y urbanizaciones. Y he aquí el centro de la argumentación que da idea de que nuestra abstención no fue tan catastrófica, sino que ellos prácticamente no la tuvieron. Es decir, nuestra abstención (la del chavismo) fue similar a la de otros procesos de naturaleza similar como los referendos constitucionales, las elecciones regionales, otros referendos como el sindical del año 2001. Por ejemplo: 13 % aumentó la abstención en el escuálido San Bernardino. En uno de los más chavistas como catia aumentó 25 %. De 23 a 41% en el 23 de enero. En chacao, la abstención creció solo 11%. En el hatillo 12 %. Y En Baruta completa 11%. En Petare subio 20%, en Antímano, uno de los mas chavistas, subio 22. Es decir, la abstención de nuestros sectores históricos de Caracas más popularesy chavistas fué en este acontecimiento electoral del doble que la de los sectores de ellos, si nos atenemos al tamaño de la población electoral de los sectores populares nuestros en comparación con la de los sectores escuálidos y por ende de clase media (los duplicamos), entenderemos claramente que ellos votaron y nuestra gente se abstuvo y he allí los tres millones y medio de carajos a los que, al menos ese día, no les dio la real gana de ir a votar un domingo del diciembre de 2008, y que está compuesto fundamentalmente por los chavistas de los barrios que han ido a votar por Chávez 10 veces y que si bien algunos votaron en contra de la propuesta de Chávez la mayoría evidente sencillamente no acudió a votar. El pueblo pués, sobre todo el pueblo jóven el que decidió no votar y y para nada el señor de clase media que se la pasa todo el día leyendo el Nacional y viendo Globovisión que se multiplicó.
Ejemplo concretos (comparación entre los resultados de las presidenciales del 2006 y el referendo constitucional del 2007)
Los peores.
En el valle ganamos por casi 4 mil votos sacando 34 mil votos cuando en 2006 sacamos 51 mil. Pero había sido de 29 mil en 2006 la diferencia. En 2007 hubo 20 mil abstencionistas más y 5 mil nuevos votantes. Cabría decir que sacamos 19 mil menos y ellos 5 mil más. Como no podemos decir que la totalidad de los que se abstuvieron fueron los que antes votaron por Chávez, ni tampoco que todos los nuevos votantes son escuálidos sabemos que hubo gente que votó antes por chávez y ahora por el No pero pareciera un porcentaje realmente pequeño.
En Petare habiamos ganado por 7 % en 2006 y perdimos por 20% en 2007, esto es de 110 mil a 200 mil la abstención. El Si sacó 85mil y el No 136 mil. 155 a 135 mil votos ganó Chavez en 2006. Es decir el No sacó justo la misma cantidad de votos que sacó la oposición en 2006 pero nosotros bajamos 70 mil votos. Por eso decimos que ellos no son el problema, sino nosotros y que el análisis de las medidas impopulares que precedieron al 2d estamos seguros que pegan duro en barrios tan grandes como estos.
Antímano es territorio chavista. Aquí casi no hay clase media. En 2007 ganamos cómodamente pero igual perdimos burda de votos. Teníamos 80 por ciento y bajamos a 66. Habrá que estar pila porque hay 8 mil nuevos votantes y la oposición creció 5 mil votos. Esto significa preocupantemente que los nuevos votantes urbanos pueden estar tendiendo a votar por la oposición, más sin embargo los números no dan noción de que los que votaron por Chávez en 2006 lo hayan hecho por la oposición en 2007.
Cómo fortalecernos en medio de la coñaza. El Chavismo y la coyuntura
Mucho análisis y malestar después del 2d. Las tres R es una interesante respuesta a ello y es quizá el movimiento más interesante de Chávez a partir de unos dos últimos años llenos de riqueza económica, posicionamiento de ciertos sectores en duda ideológica dentro del aparato estatal, casi nulo avance con respecto a las demandas sociales, mucha ideologización importada, vaciamiento de los significados revolucionarios y el aumento de la pusilanimidad de nuestra producción simbólica (importancia de lo informativo sobre lo comunicacional, oficialización del chavismo), escasa sustitución de la estructura capitalista nacional (dígase la funcional como el sistema hospitalario o universitario o la privada como la importación de productos fundamentales) y avance del capitalismo urbano mostrado en el alza de los niveles de consumo y de los dispositivos que los disparan como la proliferación de los centros comerciales, la monopolización de la industria cultural en el enemigo más grande de la revolución y el chavismo –los Cisneros- y todo ello en medio de las primeras medidas antipopulares de Chávez como la salida del aire de RCTV y el desacierto de TVes, el desconsiderado aumento de precios de elementos de consumo masivo como el cigarro y el licor y la tabla rasa al mercado buhoneril. (ver otro artículo en este bloc…..)
Todo esto preocupante. Todo está por enfrentar. Muy pocas medidas atinadas, un momento de crisis representacional, pero debemos comenzar por situarnos un poco. Lo que más nos interesa es ubicar nuestro posicionamiento; es momento de repetir lo otro que también sabemos: que el chavismo es un movimiento muy fuerte, ganador, que no está perdiendo su moral revolucionaria, que lo contrario, cada vez nuestra gente tiene apuestas de cambio social más profundas, que tenemos una capacidad de movilización muy arrecha y que en cualquier momentico podemos hacer con este país lo mismo que Bobes con los valencianos, y además que contamos con las reservas morales y la fuerza popular pa dale vueltas a este asunto tanto como nos de la gana.
Toda esa vaina que es el chavismo, y que no es otra cosa que el sentido -la forma- que tomó en un momento y espacio determinado eso que los antropólogos llaman cultura popular y que los revolucionarios llamamos pueblo y que tiene unas maneras de ver las vainas y de hacerlas, y de pelearlas, y de vengarlas, y de cagarlas, de nuestro modo y no de otro. Muy diferente a los europeos del siglo pasado, llámense Lenin o Marx y bastante parecido a esas montoneras que seguían líderes como Boves o Zamora. Y que se han expresado en américa latina en movimientos relacionados con tipos como Perón, Eloy Alfaro, Getulio Vargas, Fidel y Zapata y que según las ciencias sociales pueden denominarse, en términos peyorativos o exaltativos, populistas. Eso que, los últimos años se ha llamado chavismo desde que ese carajo, llanero también, apareció en la pantalla, y desde que acaparó nuestros sentimientos (de eso es que se hace la revolución) nuestras arrecheras, nos movió el piso y articuló a una cantidad de gente tal que perdiendo unas elecciones empata, volviendo mierda con su discurso todas las prácticas que las elites habían naturalizado para dominar y esto, la cultura y el chavismo digo, es lo que definitivamente implica que esta revolución es de nuestro modo (venezolana, caribeña y americana) y en nuestra época, es decir, eso que los europeos intelectuales dirían en un complejo siglo XXI más que un moderno XX. Estas son las condiciones epocales de nuestra revolución, de ese movimiento social que ha atravesado en idea y espíritu una inconmensurable cantidad de relaciones, cerebros, fronteras, cuerpos, poderes, sensaciones y que se llama chavismo, ideas raras que se metieron en las casas de la gente del pueblo como si regresara el espíritu del jóven catire Páez. Que con el giro bolivariano de su líder logra articulación a otros movimientos sociales del mundo y que ha levantado la aun no conceptualizada propuesta del socialismo del siglo XXI, es ese cualitativamente arrecho y numeicamente impresionante de minimo cuatro millones, algo impensado para la izquierda o el progresismo de este país. Y no nos confundamos, es que esa gente no es de izquierda ni de derecha, ni progresista, tampoco se siente atraída por algo que llaman movimiento popular, esas mayorías son es, al menos por ahora, chavistas y es mediante el significante Chávez que su articulación se hace posible en el tiempo y el espacio. Esto no quiere decir que no cambie. Seguramente se va a transformar a medida que se produzca la sumatoria de voluntades y el choque con sus oponentes.
Y ese chavismo no es culto a la personalidad. Es la manera, muy nuestra, de querer con fuerza al líder social que sientes tuyo, que es tu gente. Y que te sientes parte de un colectivo con intenciones de reocupar la nación, de mover hasta la última fibra al tejido social. Tal como hicimos el 27 de febrero y el 13 de abril. Como lo hicimos en 10 elecciones. O en el paro. Un pueblo con identidad y fortaleza, que se reconoce representado en un líder y que sabe que su posibilidad de avance depende, para lograrlo política y pacíficamente, de lo que éste pueda gestionar en la maraña de las relaciones políticas nacionales y globales. El miedo de los intelectuales a lo que históricamente llaman cesarismo, necesario o peligroso, es el miedo también a la montonera, a la identidad y si bien muchas veces el liderazgo trae peligrosas arbitrarieadades, es un apego muy izquierdoso y europeo a eso que llaman la razón, el argumento y la crítica: todas ellas provenidas del pensamiento más fundamentalista del occidente moderno: llámese Hegel, llámese Kant, llámese Habermas.
Ese chavismo no argumental ni dialógico es la concreción concreta, la positivación del significante flotante que está hegemonizando el espacio público/político venezolano. Es lo que une nuestras arrecheras, utopías y coñazos. De eso están hechas nuestras revoluciones, no de la izquierda cosmopolita sino la del pueblo latinoamericano.
Todo esto preocupante. Todo está por enfrentar. Muy pocas medidas atinadas, un momento de crisis representacional, pero debemos comenzar por situarnos un poco. Lo que más nos interesa es ubicar nuestro posicionamiento; es momento de repetir lo otro que también sabemos: que el chavismo es un movimiento muy fuerte, ganador, que no está perdiendo su moral revolucionaria, que lo contrario, cada vez nuestra gente tiene apuestas de cambio social más profundas, que tenemos una capacidad de movilización muy arrecha y que en cualquier momentico podemos hacer con este país lo mismo que Bobes con los valencianos, y además que contamos con las reservas morales y la fuerza popular pa dale vueltas a este asunto tanto como nos de la gana.
Toda esa vaina que es el chavismo, y que no es otra cosa que el sentido -la forma- que tomó en un momento y espacio determinado eso que los antropólogos llaman cultura popular y que los revolucionarios llamamos pueblo y que tiene unas maneras de ver las vainas y de hacerlas, y de pelearlas, y de vengarlas, y de cagarlas, de nuestro modo y no de otro. Muy diferente a los europeos del siglo pasado, llámense Lenin o Marx y bastante parecido a esas montoneras que seguían líderes como Boves o Zamora. Y que se han expresado en américa latina en movimientos relacionados con tipos como Perón, Eloy Alfaro, Getulio Vargas, Fidel y Zapata y que según las ciencias sociales pueden denominarse, en términos peyorativos o exaltativos, populistas. Eso que, los últimos años se ha llamado chavismo desde que ese carajo, llanero también, apareció en la pantalla, y desde que acaparó nuestros sentimientos (de eso es que se hace la revolución) nuestras arrecheras, nos movió el piso y articuló a una cantidad de gente tal que perdiendo unas elecciones empata, volviendo mierda con su discurso todas las prácticas que las elites habían naturalizado para dominar y esto, la cultura y el chavismo digo, es lo que definitivamente implica que esta revolución es de nuestro modo (venezolana, caribeña y americana) y en nuestra época, es decir, eso que los europeos intelectuales dirían en un complejo siglo XXI más que un moderno XX. Estas son las condiciones epocales de nuestra revolución, de ese movimiento social que ha atravesado en idea y espíritu una inconmensurable cantidad de relaciones, cerebros, fronteras, cuerpos, poderes, sensaciones y que se llama chavismo, ideas raras que se metieron en las casas de la gente del pueblo como si regresara el espíritu del jóven catire Páez. Que con el giro bolivariano de su líder logra articulación a otros movimientos sociales del mundo y que ha levantado la aun no conceptualizada propuesta del socialismo del siglo XXI, es ese cualitativamente arrecho y numeicamente impresionante de minimo cuatro millones, algo impensado para la izquierda o el progresismo de este país. Y no nos confundamos, es que esa gente no es de izquierda ni de derecha, ni progresista, tampoco se siente atraída por algo que llaman movimiento popular, esas mayorías son es, al menos por ahora, chavistas y es mediante el significante Chávez que su articulación se hace posible en el tiempo y el espacio. Esto no quiere decir que no cambie. Seguramente se va a transformar a medida que se produzca la sumatoria de voluntades y el choque con sus oponentes.
Y ese chavismo no es culto a la personalidad. Es la manera, muy nuestra, de querer con fuerza al líder social que sientes tuyo, que es tu gente. Y que te sientes parte de un colectivo con intenciones de reocupar la nación, de mover hasta la última fibra al tejido social. Tal como hicimos el 27 de febrero y el 13 de abril. Como lo hicimos en 10 elecciones. O en el paro. Un pueblo con identidad y fortaleza, que se reconoce representado en un líder y que sabe que su posibilidad de avance depende, para lograrlo política y pacíficamente, de lo que éste pueda gestionar en la maraña de las relaciones políticas nacionales y globales. El miedo de los intelectuales a lo que históricamente llaman cesarismo, necesario o peligroso, es el miedo también a la montonera, a la identidad y si bien muchas veces el liderazgo trae peligrosas arbitrarieadades, es un apego muy izquierdoso y europeo a eso que llaman la razón, el argumento y la crítica: todas ellas provenidas del pensamiento más fundamentalista del occidente moderno: llámese Hegel, llámese Kant, llámese Habermas.
Ese chavismo no argumental ni dialógico es la concreción concreta, la positivación del significante flotante que está hegemonizando el espacio público/político venezolano. Es lo que une nuestras arrecheras, utopías y coñazos. De eso están hechas nuestras revoluciones, no de la izquierda cosmopolita sino la del pueblo latinoamericano.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)